Espanya avisa: «No hi ha majoria parlamentària que pugui justificar actes il·legals»

El govern espanyol ha reaccionat ràpidament a l'acord entre Junts pel Sí i la CUP per desbloquejar la investidura que convertirà Carles Puigdemont en el 130è president de la Generalitat. Ho ha fet en un dur comunicat on ha advertit a les forces sobiranistes que no "No hi ha majoria parlamentària que pugui justificar actes il·legals". L'executiu de Mariano Rajoy "garanteix que la llei es respectarà i que totes les institucions compliran el seu deure".

Així mateix, el govern espanyol ha volgut fer "una nova crida a la responsabilitat dels dirigents de Catalunya per tal que posin fi a l'estratègica de divisió i fractura de la societat catalana". En clau espanyola, i en un moment on no hi ha assegurada la governabilitat, ha reclamat que es pugui constituir un executiu que "garanteixi l'estabilitat i la capacitat per defensar amb solvència i eficàcia el dret de tots els espanyols a decidir sobre el seu país i fer front al desafiament independentista".
 

Comunicat del govern espanyol arran del pacte Junts pel Sí-CUP

Las instituciones autonómicas catalanas encuentran su legitimidad en la Constitución Española, que es la que ha garantizado el mayor nivel de autogobierno de la historia de Cataluña recogido en su Estatuto de Autonomía. No hay mayoría parlamentaria que pueda amparar o justificar actos ilegales o, menos aún, la pretensión de romper la soberanía nacional expresada en la Constitución. El Gobierno de España garantiza que la Ley se respetará y que todas las instituciones cumplirán con su deber, como han venido haciendo hasta ahora, en defensa de la soberanía nacional y de los derechos y libertades de todos los españoles, también de los que viven en Cataluña. En este sentido, quiere recordar que el pasado 2 de diciembre el Tribunal Constitucional ya acordó, por unanimidad, declarar nula por inconstitucional la Resolución I/XI del Parlamento de Cataluña. El Gobierno quiere hacer un nuevo llamamiento a la responsabilidad de los dirigentes de Cataluña para que pongan fin a la estrategia de división y fractura de la sociedad catalana, y dediquen sus esfuerzos a buscar solución a los problemas de los ciudadanos en vez de generar nuevas tensiones. Asimismo, quiere trasladar a las distintas fuerzas políticas la necesidad de que el próximo Gobierno de España cuente con una amplia base parlamentaria que garantice la estabilidad y la capacidad para defender con solvencia y eficacia el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país, y hacer frente al desafío independentista.