Carta a nuestros agresores

Glòria Fígols
23 d'octubre del 2017
Actualitzat a les 23:41h
Glòria Figols
Glòria Figols
Me dirijo a Ustedes (con el término Uds me refiero a la derecha y a la ultraderecha política que supuestamente gobierna el Estado Español y también me refiero a sus cómplices, entre los que se hallan los autodenominados “del centro Izquierda” que por el camino han perdido la S y la O para convertirse en el brazo tonto de la ley y en la casta ideológica que de izquierdas no le queda nada, si es que alguna vez llegara a serlo, pues ha menguado sus siglas para quedarse en PE), en castellano (castellano porque refleja el acerbo de hidalgo y dueño de tierras de castillos de rancio abolengo y porque el término español conlleva implícitamente trazas tóxicas de imperialismo colonial mal ejercido) para que perciban lo mal que me adoctrinaron en Cataluña.

De hecho, tengo que admitir que Uds. sí que nos adoctrinaron. Cuando estudiaba la EGB , Uds sí que se empeñaron en enseñarme historia de una rancia España de conquistadores y reyecillos católicos que causaron las miserias más desgraciadas a los indígenas del continente americano, tal y como ilustra Eduardo Galeano en su desgarrador libro “Las venas abiertas de América Latina”. Uds sí que intentaban inculcarnos un concepto de grandeza hispano-americana cochambroso y del cual todavía no han logrado desprenderse. Uds sí que segregaban al alumnado en función del sexo, igual que hoy en día sigue haciendo cierta escuela privada religiosa en este país, e igual que deseaba implantar su, por nosotros los catalanes aborrecido, ex ministro de educación y cultura Sr. Wert. Uds. sí que causaron gran daño a muchas generaciones de alumnos mal orientados por una educación eminentemente sexista, clasista y clasificadora. Uds sí que tenían una idea muy claramente diseñada de lo que debíamos ser las mujeres de este país; por ello nos inculcaban labores y tareas sin sentido. Se trataba de que la mujer nunca tuviera las mimas posibilidades y oportunidades que el hombre y se trataba, por encima de todo, de que la mujer nunca sobresaliera con respecto a los hombres. Esta “mala educación” (con perdón de Almodóvar) se pudo contrarrestar gracias a los movimientos de renovación pedagógica, que tanto han hecho y siguen haciendo en Cataluña, mal que les pese, para que nuestros futuros ciudadanos sean educados en valores mucho más transversales y universales que su estrechez de miras. Gracias también a todos los voluntarios de Òmnium Cultural que, sin cobrar, enseñaban catalán a sus conciudadanos para restaurar el nivel perdido después de tantos años de asedio.

En mi caso, por suerte, la influencia de todo ello no tuvo gran repercusión pues estuve sometida por poco tiempo a este yugo; pero apuesto que este modelo de socialización es todavía deseable para Uds. visto el fervor con que combaten una idea de la educación tan progresista como la que se ha venido desarrollando en Cataluña hasta hoy. Me refiero al modelo de escuela catalana, basado en la inmersión lingüística como poderosa herramienta de cohesión social.

Desde que los catalanes empezamos a salir del aniquilamiento al que los antecesores de Uds nos tenían sometidos, no han entendido nada de nada. No han entendido que Cataluña es una tierra de un rico tejido social, hilvanado por una pequeña y mediana burguesía eminentemente comercial que, por razones obvias, siempre ha mirado más allá de las fronteras de España. Se trata de una sociedad en la que hasta no hace mucho, y me estoy refiriendo a los años de la mal llamada crisis –porque de hecho ha sido una estafa- era posible progresar económica y socialmente. Se trata de una sociedad flexible, permeable y receptiva y tradicionalmente inspirada en valores progresistas y sobre todo bastante cohesionada. Uds no han entendido nada de nada de qué es en realidad Cataluña como sociedad porque ya no supieron encajar la pérdida de Cuba y Filipinas, afortunadamente para las ex colonias españolas. Sí señores, Uds todavía no han salido de su ensimismamiento y no han concebido que existe el deseo de los pueblos a la emancipación, a la liberación y en definitiva a la autodeterminación; aunque cuando ingresaron en la CEE debieran de haberse enterado de que ésta era una cláusula de los tratados de adhesión:

Los Pactos sobre Derechos Civiles y Políticos i sobre Derechos Económicos, Sociales i Culturales, aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de diciembre de 1966, ratificados y  en vigor en el  Reino de España des de 1977 – publicados en el BOE, 30 de Abril de 1977- reconocen el derecho de los pueblos a la autodeterminación como el primero de los derechos humanos. La Constitución Española de 1978 determina en su artículo 96 que los tratados internacionales ratificados por España forman parte de su  ordenamiento interno y, en el artículo 10.2, establece que las normas relativas a los derechos fundamentales y las libertades públicas se interpretaran de acuerdo con los tratados internacionales aplicables en esta materia”.

Como les decía, Uds. no han entendido nada sobre Cataluña ni se han molestado en preguntarse qué estaba pasando aquí. Se han aferrado al caduco y agotado marco constitucional del 78, con su extendido concepto del café para todos y Uds han querido aniquilar cualquier atisbo de diversidad,  aunque hayan maquillado el aspecto con la presunta asunción del “hecho diferencial catalán” del que no han querido nunca tener puñetera idea. Así, han pasado 40 preciosos años durante los cuales Uds no se han molestado en saber qué es lo que hacía diferente a Cataluña del resto de las Comunidades. Obviamente, tampoco se han molestado en hacer ningún tipo de pedagogía, ni han profundizado en el Estado Autonómico. Uds, señores, se han quedado en el aspecto folklórico que ofrece la diversidad regional. Es por eso que la ciudadanía española nunca ha entendido a Cataluña y es por ello que siempre han percibido lo de la lengua como una molestia y como un empecinamiento de los catalanes para “jorobar” al resto de España.  Asistimos estos días, tal y como testimonió en su programa “Islàndia” de RAC1 el periodista Albert Om, a reacciones tristemente extrañas de personas de otros territorios de España , que tienen familia en Cataluña y que, adoctrinados por la visión carpetovetónica que Uds tienen de Cataluña, no han mostrado ningún tipo de solidaridad para con sus familiares catalanes y las agresiones que éstos tuvieron que soportar en las puertas de los colegios electorales el día 1 de Octubre.

Y es que Uds, siempre se han empeñado en no reconocer la entidad de nuestra lengua y en relegarla en una “jerga de trastienda” denegándole la capacidad vehicular e integradora de todo el tejido social. Ésta es una herencia que Uds llevan en su ADN franquista. Sí, señores, el dictador creyó que acabaría con este estorbo que ha sido y es para todos Uds la lengua catalana si la prohibía y además de proscribirla, asestaría un golpe mortal tanto a la lengua como a su idea asociada de nacionalismo, a través de sus políticas migratorias hacia nuestra tierra. Pero no señores, no lo consiguió puesto que Cataluña, como tierra solidaria y de acogida que es –se ha visto y se continua viendo nuestra posición para con los refugiados- hizo el esfuerzo de integrar a todos los que vinieron mientras intentaba salvaguardar su especificidad. Así que Uds, señores, harían bien en dejar de mirarse el ombligo y en leer y aprender de Paco Candel quien en “los otros catalanes” da perfecta cuenta de esta realidad.

Es claro pues que con su falta de empatía, Uds no sólo no han entendido nada de nada por lo que respecta la lengua sino que mucho menos aún han entendido a la sociedad y a los deseos de los ciudadanos de Cataluña. En lugar de ello, Uds se han encerrado en su visión carpetovetónica de Cataluña y continúan anclados o parapetados en una ideología del pasado anacrónica y retrógrada –tal y como plasmó Ortega y Gasset en “la España invertebrada”,  que les impide situarse en el siglo XXI.

Uds han procedido a la negación de todo lo que no se ajustaba a su visión de la “marca España” y, más allá de ello, han procedido a la manipulación de todos  los acontecimientos  que han ido sucediendo desde que su estimado colaborador Sr. (de la) Guerra –como dice mi amigo Pere Sánchez en su incisivo escrito- se dedicó a “cepillar” nuestro Estatut. Uds, señores, se han instalado en la mentira permanente, en su desafortunado intento de “poner puertas al campo” como dice Ramon Cotarelo en varios de sus artículos. No han sido capaces de darse cuenta de que Cataluña funciona con un Estatut que no es el que votó el pueblo, no se han querido dar cuenta de que el “Procés” es un movimiento transversal y  de base ciudadana que va mucho más allá de las élites políticas y que debe su éxito a ello. Contrariamente, Uds han querido creer que esto de Catalunña merecía ser tratado como otro “Plan Ibarretxe” y ante tamaño error han querido negar la realidad y se han situado en un derrotero del cual ya no pueden dar marcha atrás –dicho sea de paso, que les va muy bien para tapar sus propias vergüenzas y algunas curiosas casualidades como los suicidios de Miguel Blesa, Mª del Mar Rodríguez Alonso o José  Martínez Núñez y Juan Pérez Mora cuando iban a declarar en procesos contra el PP; el infarto de Rita Barberá, los accidentes de moto de Leopoldo Gómez y de Isidro Cuberos, el coma causado por dos caídas en dudosas circunstancias de Álvaro Lapuerta, el accidente cerebral de Antonio Pedreira y algún que otro fallecido por causas naturales al parecer, todos ellos encausados en tramas de corrupción del PP y sin pasar por alto la quema de los archivos de Valencia que contenían información sumaria para todos estos casos-. 

Uds no han tenido ningún escrúpulo para falsear la realidad y divulgar sus propias mentiras. Han negado las violaciones de derechos fundamentales que Uds han perpetrado a los ciudadanos pacíficos que sólo pretendían salvaguardar su derecho a votar al pié de los colegios electorales el día 1 de Octubre. Han intervenido instituciones del Gobierno catalán, desde el día 20 de setiembre, saltándose sus propias garantías constitucionales. Han detenido a dos líderes del asociacionismo ciudadano  acusándoles de sedición,  con el pretexto de arengar a las masas a la movilización cuando estaban justamente llamando al orden de la ciudadanía para que no se produjese ningún altercado. Uds se han saltado todas las líneas rojas de lo que debe ser un estado democrático. Han violado todos nuestros derechos y han mancillado la democracia. Uds incluso han recurrido a ciertas prácticas camorreras, como las que tuvieron que soportar los vecinos de varias localidades ampurdanesas cuando el día 4 de octubre amanecieron con las ruedas pinchadas de sus vehículos estacionados en la calle o cuando otra de esas noches en otras localidades se dedicaron a subir por los balcones de las fachadas a retirar banderas, o cuando han intentado acusar al alcalde de Dosrius –que fue lesionado por sus fuerzas policiales el día 1 de octubre en su colegio electoral- de agresión a las fuerzas policiales. Uds han falseado toda la realidad y han tergiversado todos los hechos. Y cuando han visto que todas estas estrategias no sirven para detener el “Procés” sino todo lo contrario, han atacado a nuestro sistema educativo puesto que no entienden cómo es posible que la mayor parte de toda la sociedad catalana les plante cara de forma democrática y pacífica. Es porque como no entienden nada de nada, no se explican el fenómeno democrático revolucionario que está ocurriendo en Cataluña. 

Les advierto que, a pesar de todos sus esfuerzos por destruir nuestra cohesión social, no cesaremos en nuestro empeño pedagógico que representa el modelo de escuela catalana. Y no cesaremos, no sólo por los éxitos que nos ha aportado en lo que respecta a  la integración de los alumnos que se benefician del sistema educativo; sino también porque el modelo es avalado por los resultados de todas las pruebas diagnósticas y por los resultados que nuestros alumnos obtienen en las pruebas de acceso a la universidad.

Pero les anuncio que todo ello no habrá pasado en vano. Lo que hemos visto estos días, nos ha hecho avanzar a marchas forzadas a alcanzar una conciencia clara de lo que ya no es permisible en la sociedad del s.XXI. Tenemos en Cataluña un programa televisivo de sátira humorística –no va dirigido a Uds, se trata de humor inteligente- que en una de sus ediciones, cuando ya se oteaba su decisión de aplicarnos el art. 155, sacaban un monstruo semejante a Kingkong que muy graciosamente se les tornaba hostil, como una especie de efecto “boumerang”.


Glòria Fígols, delegada sindical de la Federacio d'Educacio de CCOO a la Catalunya Central


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